El afán es como un río
que va a parar a la mar
donde se perderá a sí mismo
y se evaporará.
Arrastra el mundo, oh
en ello te la la vida
traga riveras y ábrele
severas heridas a la roca,
en el fondo cantos saltarines
enloquecidos en medio de un baile
frenético y sin aparente fin.
Tormentas son alimento
refrescan las fuerzas y avivan el ímpetu
a dónde me has de llevar?
Donde mueres, moriré contigo,
mientras vives, la barca estará en el río.